Página 14 - Centro tecnologico descontaminacion del mercurio.cdr

Versión de HTML Básico

13
1. Introducción
dependerá de su forma química ya que
según se trate de exposición al mercu-
rio elemental, a sus compuestos inor-
gánicos o a los orgánicos como el me-
tilmercurio, los síntomas y signos serán
distintos.
Entre los compuestos orgánicos de mer-
curio, los compuestos de alquilmercurio
(en particular, etilmercurio y metilmer-
curio) son similares en cuanto a toxici-
dad, aunque la del metilmercurio está
mejor caracterizada. En cambio, el fe-
nilmercurio se asemeja más al mercurio
inorgánico en lo que respecta a la toxi-
cidad.
La toxicidad de los compuestos orgá-
nicos de mercurio como el metilmer-
curio se debe a su capacidad de atra-
vesar la membrana celular y a su
afinidad por algunos componentes de
las proteínas, lo que hace que sean di-
fíciles de eliminar.
El metilmercurio es particularmente
problemático por su capacidad para
bioacumularse en peces, tanto de
agua salada como de agua dulce, así
como en mamíferos marinos comesti-
bles en concentraciones mucho ma-
yores que las de las aguas circundan-
tes. El término bioacumulación indica
la acumulación de sustancias químicas
en organismos vivos de forma que es-
tos alcanzan progresivamente concen-
traciones más elevadas que el medio
ambiente que les rodea. Además, se
produce el fenómeno conocido como
biomagnificación, acumulación pro-
gresiva de ciertas sustancias persis-
tentes de un nivel trófico a otro de la
cadena alimentaria, por lo que depre-
dadores que se encuentran en lo alto
de la cadena alimentaria registrarían
concentraciones aun más elevadas de
mercurio.
1.2.1. Efectos del mercurio sobre
la salud
Respecto al mercurio elemental y los
compuestos inorgánicos de mercurio,
hay que mencionar que su principal
vía de exposición es por inhalación de
sus vapores que son absorbidos por
los tejidos pulmonares. Las inhalaciones
continuadas de vapor de mercurio ele-
mental pueden producir trastornos neu-
rológicos y de comportamiento, cuyos
síntomas son temblores, labilidad emo-
cional, insomnio, pérdida de la memoria,
cambios en el sistema neuromuscular
y dolores de cabeza, además de afectar
al riñón y el tiroides.
El metilmercurio puede provocar efec-
tos perjudiciales en el cerebro en ges-
tación. Traspasa con facilidad la barrera
placentaria y la barrera hematoencefá-
lica, por lo que su exposición durante
el embarazo puede ser preocupante. El
comité conjunto de expertos de aditivos
alimentarios de la FAO y la OMS, JECFA,
concluyó en su momento que el metil-
mercurio puede inducir efectos tóxicos
en el sistema nervioso, el hígado, los ri-
ñones, así como en los órganos repro-
ductivos. Por ello, las mujeres embara-
zadas o en periodo de lactancia junto
con los bebés son los principales gru-
pos de riesgo de la contaminación por
metilmercurio.
En los años 50, se produjo en la Bahía
de Minamata (Japón) uno de los episo-
dios de contaminación por metilmercu-
rio más importantes sufridos por la po-
blación. Entre 1932 y 1968, una planta
de acetaldehído vertió efluentes que
contenían mercurio en la Bahía de Mi-
namata y posteriormente en el río Mi-
namata y el Mar de Shiranui. El metil-
mercurio se bioacumuló en los
mariscos y peces (que forman parte de
la dieta de la población local) y más de